1. No tienes tiempo para nadie que no regrese la tapa en la pasta de dientes. Es cruel hacia la gente ordenada.
2. Dejar que un amigo desorganizado se quede contigo en tu hogar y te lleva a tu limite. Todas sus cosas terminan regadas por tu cuarto, si le prestas algo, termina toda tu ropa en el piso.
3. Recoges tu cuarto en hoteles cuando estas de viaje. Las mucamas te aman donde sea que viajes.
4. Si eres mujer, tus amigas no creen lo organizado que están todos tus maquillajes y productos de belleza.
5. Vivir con otras personas es muy difícil cuando no entienden tu sistema de organización muy específico en la cocina.
6. Te molesta por alguna razón que el volumen en la tele esté en un número impar.
7. Mueres por organizar el closet de algún amigo desorganizado. Quizá hasta puedas enseñarle cómo tener su closet organizado de la manera más óptima.
8. Cuando algo tuyo se rompe, alguna parte en tu interior baila de la emoción. No importa cuánto te haya gustado, cualquier excusa para tirar algo es razón para festejar.
9. Tienes una cantidad industrial de toallitas húmedas y cloro y no te importa admitirlo.
10. Cuando no parece que puedes enfocarte en el trabajo, te das cuenta que el problema es que tu taza de café vacía esta sobre tu escritorio en tu oficina aún.
11. Cuando tus amigos se quedan en tu casa después de pasar la noche ahí y tú sólo quieres que se vayan para que puedas limpiar ya.
12. No puedes lidiar con una cama deshecha. Aunque te hayas desvelado y desmadrugado, no puedes aguantar la idea de no tener la cama tendida. Y aún así te tomas el tiempo para que quede perfecto.
13. Tu parte favorita del año nuevo es la limpieza de todas tus cosas que ya no te sirven. Lo haces todo el año, pero al menos durante esta época sabes que hay justificación para el desastre en casa de tus amigos.
14. Reorganizar tu closet después de cada temporada es una de tus cosas favoritas. Doblar la ropa, organizarla por colores y colgarla ordenadamente son de tus mayores pasatiempos.
15. Parecerás una persona loca, pero al menos nunca se te pierden las cosas.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.