Los desastres pueden terminar enterrando a sobrevivientes debajo de escombros inestables. La responsabilidad de encontrar a estas víctimas podría algún día recaer sobre pequeños robots, pero insectos vivos mejorados con piezas electrónicas podrían hacer el mismo trabajo más pronto.
En el 2012, unos investigadores lograron manipular el vuelo de una cucaracha al ponerle electrodos en su antena. Ahora los científicos están desarrollando pequeñas mochilas para cucarachas para detectar sonidos. “Estamos intentando crear una red de sensores utilizando insectos,” dice Alper Bozkurt. “La meta es detectar llamadas de auxilio.”
Cómo funciona:
1. Mochila
Los investigadores adhirieron una pequeña montura impresa en 3D sobre la espalda del insecto. Esta base se conecta con el cuerpo del insecto a otro bloque que almacena todos los componentes electrónicos, incluyendo un circuito impreso que actúa como un microcontrolador.
2. Conectores
Pequeños electrodos insertados y pegados en la antena estimulan las neuronas que controlan las funciones motoras. Al echar una descarga a estas neuronas, los investigadores pueden controlar los movimientos del ciborg. Una descarga en la antena derecha y el insecto se mueve a la izquierda, una descarga en la izquierda y se mueve hacia la derecha.
3. Radio
Una radio de dos bandas y una antena de chip comunican datos sobre el ambiente, la locación y sonidos cercanos. Algoritmos en la computadora puedes usar esta información para coordinar a múltiples cucarachas ciborg para misiones de búsqueda y rescate.
4. Micrófono
Micrófonos con una o tres direcciones adheridas en la mochila captan sonido y determinan de dónde proviene. Algoritmos analizan el sonido para determinar si proviene de un humano, de ser así, es desplegado el insecto para continuar investigando.
5. Batería
Una batería de tres voltios de polímero de litio, pesando medio gramo, le da energía a la mochila. Puede ser desconectado para recargarse, alternativamente, un panel solar puede caber sobre la mochila para recargar la batería drenada en menos de dos horas.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.