La artista Melissa McCracken pinta música. Con sinestesia, el sonido que oye todos los días, ya sea el nombre de alguien o música en la radio, se vuelven en vibrantes y bellos colores que llevan la cadencia de las melodías.
Las pinturas coloridas de McCracken provienen de su deseo por capturar su experiencia diaria para que otros entiendan el mundo brillante y saturado en el que vive.
Sus pinturas de oleo y acrílico expresan pequeños fragmentos de las visualizaciones espectaculares que ve y escucha todos los días. Inspirada por ciertas canciones, sus obras revientan con texturas y salpicaduras de degustaciones policromáticas.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.