Se ha descubierto que una especie de planta africana que sólo crecen en sitios con rocas que dan diamantes. El Pandanus candelabrum, una planta como una palmera, prefiere tierras ricas en kimberlita, un tipo de roca ígnea que se forma en la corteza de la Tierra en forma de gigante columnas verticales.
Estas pipas de kimberlita, como se conocen, alcanzan hasta las profundidades del manto y son el resultado de erupciones volcánicas antiguas que pueden empujar diamantes, junto con otros materiales, cientos de kilómetros hasta la superficie de la Tierra. Aunque geólogos han sabido desde hace mucho que donde hay kimberlita, con frecuencia hay diamantes y gracias al Pandanus candelabrum, existe una manera fácil de detectar la kimberlita también.
Se cree que el Pandanus candelabrum se adaptó para crecer en tierras ricas de kimberlita porque contiene altos niveles de magnesio, potasio y fósforo. Estos materiales combinados crean un excelente fertilizante. Esto es evidente considerando el tamaño del Pandanus candelabrum que llega a alcanzar una altura de 10 metros y con raíces que salen del suelo, similar a las de los manglares.
Queda notar que aunque la planta indica la presencia de kimberlita en el suelo, esto no es garantía de que habrán diamantes cerca. Las pipas de kimberlita son algo raro para empezar y existen alrededor de 6,000 ejemplares que se conocen en el mundo, de los cuales sólo 600 contienen diamantes. De estos, sólo 60 aproximadamente tienen suficientes gemas como para que valga la pena excavar.
Esta no es la primera planta que nos ha ayudado a encontrar minerales o metales en el subsuelo. El Lychnis alpina, por ejemplo, tiene unas flores rosas distintivas y se han usado desde tiempos medievales para encontrar fuentes de cobre. Según análisis modernos, estas especies son resistentes genéticamente a este metal, permitiendo que crezcan en la presencia de este metal donde otras plantas no suelen crecer.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.