Los juguetes sexuales no son un invento reciente. El consolador o dildo data de muchísimo tiempo atrás, desde la antigua Grecia, donde eran hechos con madera y de forma muy rudimentaria.
Para el renacentismo, los dildos eran hechos con madera y cuero, por lo que eran más similares a un pene. En China se crearon los anillos para el miembro masculino, lo que producía mucho más placer en la mujer. Y con el Marqués de Sade en 1971 se introdujo públicamente el uso de las cadenas, látigos y la sumisión sexual.
En la actualidad podemos ver un sinfín de variedades de juguete sexuales. Tenemos vibradores, muñecas inflables, dildos de diferentes texturas, disfraces, látigos… de TODO. Y de todo tipo de materiales.
Y es que las empresas han visto una gran demanda por parte de los consumidores, lo que los ha llevado a probar materiales que no son los apropiados para nuestro cuerpo. Hay productos que contienen látex, silicón 100% puro, siliconflesh o cauchos sintéticos que están compuestos de químicos como zinc, plomo, estaño, bario o cadmio y ftalatos (DOP o DEHP), partisol, aguarrás, aceite de pollo o aceite automotriz para que se vean transparentes.
Según información de un blog español, la gran mayoría de los vibradores o masajeadores íntimos contienen el ftalato, uno de los químicos más peligrosos, considerado así por la Unión Europea y por el Departamento de Salud de EE.UU por ser una sustancia que aumenta el riesgo de padecer cáncer cervicouterino o ulceraciones internas.
¿Te das cuenta lo importante que es saber comprar juguetes sexuales?
Si te interesa explorar más de ti a través de este tipo de productos, sigue estos consejos para que por una fantasía sexual, no termines atentando contra tu salud:
1. Procura ir a un lugar confiable
Investiga sobre el lugar donde vas a comprar, averigua entre las personas de confianza, si alguna vez han comprado ahí.
2. Fíjate bien que haya etiquetas y que diga de qué material es
En las sex shops podemos observar que la mayoría de los productos no brindan la información necesaria respecto a los contenidos con los que están fabricados. Algunos no llevan envoltorios seguros y hasta carecen de etiquetas, sin embargo es de suma importancia que las tenga.
3. Huele el producto
Pide que lo abran para olerlo. Si sientes que el juguete huele a plástico fuerte, disolvente o a grasa similar al de la cocina, no lo compres.
4. Procura encontrar etiquetas que digan DOP FREE, PVC FREE o LIBRE DE FTALATOS
Es importante que te cerciores que los productos que adquieras estén LIBRES de estos compuestos tóxicos.5
5. Prefiere los productos de 100% silicona
Este es el material más seguro para los vibradores ya que su tacto es muy agradable al contacto con la piel. Además, es fácil de limpiar y proporciona vibraciones más intensas que los que están realizados con otros elementos. No te confundas con los productos que dicen “juguetes siliconados” porque en realidad el porcentaje de silicona es muy bajo, en ellos abunda más cantidades de ftalatos y estabilizadores de estaños, compuestos no recomendados.