El artista urbano alemán, Kim Köster hace lo imposible. Convierte el contenido típicamente tenebroso de monstruos en edificios abandonados en entretenimiento interactivo para niños. Köster empezó al pintar con aerosoles monstruos traviesos en bodegas abandonadas fuera de Berlín, permitiendo que interactúen de manera divertida con la arquitectura que los rodea.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.