Si todavía no te animas a renunciar al refresco de dieta, debes saber que será una decisión que va a mejorar tu salud de pies a cabeza: vas a dientes más fuertes, menos riesgo de depresión y mejores niveles de fecundidad.
Así que aquí tienes 5 poderosas razones para decirle adiós de una vez por todas:
Aguantas más el alcohol
El refresco de dieta hace que te emborraches más rápido. Cuando utilizas una versión de dieta en lugar de la versión estándar, la bebida pasa por el estómago más rápidamente, provocando un aumento en la concentración de alcohol en la sangre. Si estamos hablando de refrescos que contienen cafeína, es aún peor. La publicación Alcoholism: Clinical and Experimental Research encontró que quienes utilizan, por ejemplo, Coca Cola en sus bebidas, llegan mucho más fácilmente al estado de embriaguez. ¿La mejor opción? Tonic. Es dulce naturalmente, sin azúcar añadida.
Tu acumulación de grasa disminuye
Nuestras hormonas son tan irónicas que nos hacen subir de peso cuando decidimos cambiar el refresco regular por uno de dieta. Un estudio realizado por Diabetes Care encontró que beber apenas 2/3 de una lata de versión de dieta antes de comer, programa al páncreas para liberar muchas hormonas acumuladoras de grasa: insulina.
Los dolores de cabeza disminuyen y la concentración mejora
Dejar el refresco de dieta te hará notar que tu razonamiento es más claro que antes. Esto porque las sustancias que le dan sabor artificial se mezclan químicamente con los nervios y el sistema de recompensa del cerebro. Eso lleva a dolores de cabeza, ansiedad e insomnio, según un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition. Otro estudio encontró que los ratones que bebían refrescos de dieta presentaban células y terminaciones nerviosas dañadas en la zona del cerebelo, la parte del cerebro responsable de las funciones motoras.
La comida es más gustosa
No es tu imaginación: después de renunciar a esta bebida, la comida realmente parece tener más sabor. Esto es porque los edulcorantes artificiales sobrecargan las papilas gustativas. El aspartamo es 200 veces más dulce que el azúcar regular. EL Splenda, otro edulcorante, 600 veces. Una tomografía computarizada del cerebro puede mostrar que el refresco de dieta cambia los receptores del sabor dulce en el cerebro, lo que aumenta el deseo de azúcar, en lugar de satisfacerlo. Es probable, sin embargo que tus opciones de snacks también cambien. En vez de irte directamente por alimentos azucarados o salados, puedes querer una manzana o una rebanada de queso.
La báscula finalmente se mueve hacia el número correcto
Aunque es probable que hayas comenzado a tomar refrescos de dieta para perder peso, apenas dejarlo hará que tu esfuerzo funcione. Un estudio de nueve años de duración encontró que los adultos que bebían refrescos de dieta aumentaron de grasa abdominal, a pesar de que la bebida no contiene calorías. También encontró que una lata al día incrementa las probabilidades de ser obesos en la próxima década hasta en un 65%.