¿Así que juras que nunca postergas las cosas? No importa, ciertos momentos pueden convertir a la gente más puntual en un procrastinador. Estos hábitos te parecerán insignificantes, pero podrían perjudicar tus relaciones y tu salud.
Si siempre dejas el sexo para después
Te sientes demasiado cansado, pero juras que mañana sí.
Solución: planea una cita con la meta de tener sexo al final.
Siempre dejas las llamadas para después
Sabes que deberías de marcarle a tu mamá, pero es que cuando empieza nunca para y habla y habla…. y habla.
Solución: márcale a tu mamá, pero dile que tienes que estar en una junta o algo por el estilo en unas horas o algo por el estilo.
Siempre dejas el sueño para después
Instagram nunca parece tener un final o no dejas de ver series en Netflix. Y ya es la 1 a.m… un episodio más y ya.
Solución: pon un alarma para recordarte a qué hora empezar a relajarte para dormir.
Siempre dejas ir con el doctor para después
¿Quieres gastar dinero para que te digan que estas bien? Mejor ahorras tu dinero y tu tiempo.
Solución: nunca te vayas de una consulta sin agendar la siguiente.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.