Desarrollado por Nice Architects, el Ecocapsule es un espacio para vivir portátil que funciona a base de energía solar, viendo y lluvia. Sumale a eso comida enlatada y podrás vivir ahí casi por siempre.
Esta cápsula de 1.7 toneladas funciona como base de investigación, refugio de desastres o simplemente una casa remota donde la quieras. La versión más nueva, que se espera que estará disponible para la venta durante el 2016, incluye un espacio para dormir de dos personas, una pequeña cocina, regadera, control de clima e incluso enchufes eléctricos. Además viene equipado con un escusado libre de agua que incinera tus desechos.
Su forma de huevo previene que se pierda el calor guardado por dentro sin sacrificar espacio. Una turbina de viento de 750 watts y un arreglo solar de 600 watts recolectan energía. Considerando que la temperatura de afuera se mantenga entre -25º y 40ºC, la cápsula podrá producir su propio poder de manera consistente.
Si la producción de energía se encuentra con una falla, una batería de 9,744 watts puede almacenar energía que dure cinco días. Cuando la batería esta cargada, el sistema usa el exceso de energía de las celdas solares para calentar el agua almacenado, permitiendo que descanse un poco el calentador de agua.
La lluvia pasa a través de un filtro de cerámica a un depósito de agua de 145 galones debajo del piso. Cuando esta lleno, puede soportar a dos personas por tres semanas. Bombas eléctricas hacen el agua circular a través de un filtro de membrana para atrapar tierra y bacterias en camino a el lavabo y la regadera, una bomba manual de pie se usa en caso de carencia de energía.
Una computadora central, controlada por un smartphone o tablet, monitorea la energía y los niveles de agua para proyectar cuánto tiempo durarán. También esta conectada a sensores que registran la caída de lluvia, humedad y la temperatura fuera de la cápsula. En días con poco sol o viento, la computadora podría sugerir que ajustes la temperatura por dentro o que tomes menos baños para que duren las reservas.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.