Hola querida Yo del futuro:
Es un poco difícil saber cómo empezar esta carta cuando el futuro es un tanto incierto. Me gustaría creer que cuando leas esta carta, hayas logrado encontrar tu pasión. Si no, nunca es tarde para crear otro plan de ataque.
¿Cómo te sientes? ¿Eres feliz?
Ser adulto puede ser todo un reto; hay cosas que me gustaría eliminar del asunto de ser y convertirme en un adulto. Pero como a eso no es posible, te escribo para darte mis consejos desde el pasado; desde el día en el que te diste cuenta que eras muy feliz con muy poco. Esta corta lección de felicidad te ayudará a sobrevivir la vida adulta sin perder de vista la sonrisa que tanto te identifica. Te pido que seas paciente y leas con atención, a veces la felicidad tiene más de 1 fórmula:
No siempre tendrás la razón: ni toda la experiencia ni todos los premios. Y eso está bien, hay veces que no podemos ganar todo porque tenemos que aprender a ser felices con lo que la vida nos va poniendo en el camino. Así que no pidas ni exijas más de lo que puedas guardar, el tiempo irá quitándote lo que no necesitas y dándote lo que requieres para ser feliz.
Siempre es un buen momento para llamarle a un viejo amigo: piensa en lo feliz que te hará platicar con tu mejor amiga y lo muy feliz que ella estará al escuchar tu voz a través de la bocina del teléfono. Recordar es una forma de revivir esos momentos que te hicieron tan feliz.
Quejarse no trae nada bueno: renuncia a la necesidad de quejarte por todo. Nadie ni nada puede hacerte infeliz a menos que tú lo permitas. No subestimes el poder del pensamiento positivo.
¿Lograste acostumbrarte al constante cambio en tu vida? para estos momentos creo que el cambio debería parecerte algo esencial para lograr la felicidad en tu vida. Los viajes, las mudanzas y los rompimientos son parte de la vida y gracias a eso, la palabra estático te parece un poco desconocida. Piensa en las infinitas posibilidades que estos cambios podrían traer a tu vida. Una casa con la terraza que soñaste, un viaje de mochilazo a Europa o el amor de tu vida tocando tu puerta podrían ser un resultados de estos interminables cambios en tu vida.
Aunque sé que tu miedo a las alturas probablemente siga ahí, ¿lograste vencer tus más oscuros miedos? El miedo no existe, es un monstruo que creaste en tu mente y que no debería estar ahí. Piensa en las experiencias que te estás perdiendo si continuas permitiendo que el miedo se apodere de tus decisiones. Nunca es muy tarde para atreverte a saltar al vacío.
Aprende a ser feliz con lo que tienes, y deja de esperar a que alguien te haga feliz. El apego es otro sinónimo de miedo. Cuando aprendes a valorar a las personas por el tiempo y atención que te brindan y dejas de reprocharles las atenciones que no son capaces de ofrecerte, la felicidad adquiere otro sentido. Date cuenta que tú eres responsable de tu felicidad y nadie más.
Necesitarás mucha paciencia para terminar la búsqueda que estás por comenzar. Si puedes afirmar que eres feliz y que esa felicidad no depende de nadie más que de ti, entonces, lograste encontrar la fórmula que mejor funciona para ser feliz. Sinceramente la mejor noticia que podrías darme es decirme que no necesitarás leer esta carta porque aprendiste a ser feliz inclusive antes de que supieras cómo serlo.
¡Disfruta!