Estamos criando a una generación de cobardes. Y esa es una realidad.
Cuando estaba en secundaria, tuve la mejor maestra de Español. Su nombre era: Srita. Wei. Hizo la introducción a su clase diciéndonos que nos iba a calificar de una manera “justa”, y que estas calificaciones no siempre serían 10.
“Entiendo que tú y tus padres piensen que son “súper especiales” pero te calificaré basándome en tu escritura y si tus padres comienzan a enviarme mails quejándose sobre estas calificaciones, simplemente los ignoraré”
Aunque la Señorita Wei era un poco impositiva, todo mundo la adoraba porque abordaba un punto importante.
Millenial: Tus padres y amigos no te lo dirán porque parece que la más pequeña cosa que te digan, requiere un terapeuta porque sieeeempre eres la víctima, pero necesitas darte cuenta de que no eres la gran cosa.
Ni siquiera voy a pedir perdón por ofenderte. Espero que te ofenda. Aunque sinceramente, podría decir cualquier cosa y aún así, te ofenderías porque así es como los millenials están acostumbrados a reaccionar.
Y esto no es un arranque sin sentido. Claro que no, está comprobado y la psicología, la revista Psychology Today ha recolectado información sobre las universidades donde aseguran que los maestros se dan por vencidos con sus métodos de calificación porque tienen miedo de las reacciones de los estudiantes. Me están tomando el pelo ¡¿no?!
¡LOS MAESTROS TIENEN MIEDO DE HACER SU PUTO TRABAJO PORQUE TÚ ERES UN DELICADUCHO!
La próxima generación será mucho peor que la nuestra. Estos niños están siendo criados a base de tanta avena orgánica que probablemente tendrán una crisis psicológica en el momento en el que alguien les confiese que no son perfectos como ellos piensan que lo son. Y esta situación es bastante desagradable.
Noticia de último minuto: Ningún tipo de criticismo es un ataque a tu carácter. A veces simplemente apestas y la gente te lo dice para que puedas mejorar. No para que vayas a casa chillando sobre lo injusto que es el mundo y lo muy deprimido que te encuentras.
Entiendo que la universidad es estresante. Entiendo que la vida es estresante. Y sí, las palabras pueden doler. Pero hemos llegado un punto como generación donde las personas no pueden hacer un chiste sin que alguien se lo tome a pecho y lo convierta en una #CausaSocial.
Por favor, cállate.
Lo más seguro es que no seas una víctima. Todos hemos sufrido de bullying en algún punto de nuestra vida. Todos hemos reprobado materias. Todos hemos sido lastimados y todos somos imperfectos.
Seguro estás pensando: “Todos reaccionamos y sentimos de maneras diferentes.”
No, no, no. Cállate y escucha porque si estás molesto sobre lo que escribo en este artículo, eres exactamente el tipo de persona de la que estoy hablando.
Vivimos en una generación de guerras de internet, autocompasión y centros de autoayuda infestados de problemas existenciales.
Existía un tiempo en el cual, dos personas podían tener opiniones diferentes y tener un debate inteligente y educacional sobre el tema. En estos momentos, si dos personas tienen opiniones diferentes, de pronto se convierte en la puta Tercera Guerra Mundial. Antes solíamos poder contar un chiste sin que miles de grupos activistas levantaran la voz en contra nuestra. Antes era posible existir sin que tu opinión ofendiera a alguien.
Así que aquí tienes mi opinión: 99% del tiempo, las personas están tratando de expresarse y en ningún momento están pensando en ofenderte. La gente hará chistes y tendrán opiniones diferentes acerca de ti. La gente pensará como piensa y será como es y nada de esto tiene que ver contigo. Simplemente tendrás que acostumbrarte a ser criticado y a escuchar las opiniones de los demás sin llorar y dejar de tomarte el asunto como si fuera una agresión personal.