Planchar la ropa es una de las principales molestias del mundo, pero nunca tienes que volver a tocar una plancha en tu vida con estos increíble y exageradamente sencillos trucos para hacerte la vida más fácil:
El método de la secadora
Lo único que tienes que hacer es mojar una toalla con agua, exprimirla y la metes en la secadora con la ropa que quieres quitarle las arrugas y en cuestión de tan sólo 10 minutos con alta temperatura, tu ropa saldrá sin una sola arruga.
El agua en la toalla se convierte en vapor, y entre toda esa humedad, junto con el movimiento de la secadora, las arrugas desaparecerán por completo de tu ropa.
Mientras más caliente la temperatura de la secadora, más rápido desaparecerán las arrugas. Y mientras menos artículos de ropa metes en la secadora, más rápido y eficiente será el proceso.
Esto también aplica para la ropa mojada que sacas de la lavadora. Si llenas una secadora hasta el borde con ropa, no secará de manera eficiente. Tu ropa no tendrá suficiente espacio para moverse y deshacerse de esas arrugas, al contrario, puede salir más arrugado que cuando la metiste.
¿Pero qué haces en el caso de prendas de lana o que se lavan en seco? Aún puedes usar esta técnica, pero tendrás que hacer unas modificaciones. Usa una toalla más pequeña porque ocupará menos agua y disminuye la temperatura de la secadora y usalo por 5 minutos.
El método de la regadera
Si no tienes secadora, el viejo truco del vapor de la regadera también funciona, con tal de que lo hagas correctamente.
Simplemente cuelga tu prenda por 5 a 10 minutos en el baño lleno de vapor para que pueda absorber suficiente humedad. Cuando esta ligeramente húmeda la prenda, aplánala contra una superficie dura como una mesa o una pared.
Luego espera alrededor de 30 mins para que se seque. Si te pones la prenda inmediatamente, aún estará un poco húmeda y se arrugará cuando te sientes.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.