Algo que tienes que admitir es que de no ser por el internet y la cantidad de trolls que lo habitan, no nos entraríamos de ni siquiera una fracción de todas las estupideces que pasan sobre esta tierra. Pasamos horas viendo y riéndonos de la miseria y las desgracias de otros, pero simplemente porque es muy divertido.
Le da un poco de color a nuestras vidas grises y aburridas. ¿Y qué mejor que sorprender a un payaso con las manos en la masa?
Publicado por Othón Vélez O’Brien.