¿Nunca has despertado por la noche para ver a una persona parada en tu cuarto y luego casi morirte de un infarto sólo para darte cuenta de que es un poster o una bata colgada por la puerta?
El mundo puede dar mucho miedo, pero la mayor parte del tiempo nuestra imaginación saca lo peor de nosotros.
Aquí hay varias fotos de estos momentos donde nos infartamos sólo para darnos cuenta que lo que estamos viendo no es el horror que creímos haber visto.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.