En algún momento de la vida de cualquier mujer, todas han visto un vestido en una modelo y han dicho “¡necesito eso!” Aveces la emoción es tanta que ni se molestan en probarse dicha prenda. Las compras en línea lo han hecho para que las compras de impulso sean mucho más comunes, lo cual ha resultado en problemas.
En algunos casos, el vestido es exactamente lo que esperabas y por un momento todo en el universo es bueno. En otros casos, el vestido no es para nada lo que la foto prometió y al verte en el espejo ves la brutal realidad del mundo y no te queda más que quemar el vestido porque no hay reembolsos.
Estas mujeres no consiguieron lo que buscaron. En algunos casos porque no les queda el vestido igual que la modelo, en otros porque el vestido no es para nada lo que las fotos prometieron.
Publicado por Othón Vélez O’Brien