¿Te ha pasado alguna vez que hayas felicitado a una mujer por su embarazo para que te responda diciendo que no está embarazada?
Si nunca te has visto en esta situación incómoda, seguro has pasado por otras. Esto no es un guía para no hacer o decir estupideces en público, sino más bien, unos buenos consejos de etiqueta para recuperarte después de ya haber quedado como ridículo.
1. Felicitar a una mujer por su embarazo cuando no está embarazada
Cómo salvarte: discúlpate y luego búrlate de ti mismo.
Di algo como “debería de checarme los ojos, estoy muy mal,” y luego sigue con tu vida. Mientras más tiempo pasas hablando sobre tu error, peor es tu situación. Sólo discúlpate y olvida que sucedió.
2. Cuando hablas mal de alguien que está justo detrás tuyo
Cómo salvarte: discúlpate sinceramente con esta persona porque heriste sus sentimientos.
Pero también defiéndete de manera positiva. Digamos que te estabas burlando de un compañero de trabajo por un error que cometió en un proyecto importante. Explica que tus insultos no eran personales, simplemente te sentiste tan apasionado por el proyecto que te dejaste llevar por el momento. Puede que aprecie tu sinceridad.
3. Mandarle un correo por error donde insultas a alguien a esa misma persona
Cómo salvarte: Brinda una disculpa pública por enviar el correo, luego te disculpas directamente y de manera privada con la persona que insultaste en el correo.
Si insultas a alguien, no continuas cometiendo el error al intentar defenderte. Ve directo con la persona a quien ofendiste y pide que te disculpa.
4. Cuando presentas a alguien con otro nombre
Cómo salvarte: echate la culpa y burlate de ti mismo.
Di que tu edad ya está afectando tu memoria o algo como que la mente sólo puede retener tres puntos de información en cualquier momento dado y su nombre fue el número cuatro. A la gente le gusta cuando eres humilde y aceptas tus errores.
5. Decir groserías sin darte cuenta que hay un niño en el cuarto o algo por el estilo
Cómo salvarte: designate el puesto como el amigo pelado del padre del niño.
Simplemente te tapas la boca y dices algo como “¿dije eso en voz alta?” Seguro no es la primera vez que el niño oye una grosería en su vida, así que probablemente se ría. Si nadie más se ríe en el cuarto, quizá tus amigos deban ser más relajados. Los niños inevitablemente oirán groserías, así que por esto me parece importante que los padres hablen al respecto con sus hijos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.