La fruta es natural, está cargada con fibra y antioxidantes que combaten el cáncer. Así que no es sorpresa que sea algo rápido y saludable para comer.
Aún así, hay unas fallas importantes que deberías de conocer antes de creer lo que creas de la fruta:
Crees que toda la fruta es igual
Digamos que no puedes decidir entre un plato de piña o uno de moras azules. Ambas tienen buenas vitaminas, pero tienen cantidades muy distintas de carbohidratos, azúcar y fibra.
Las mejores frutas son las que contienen altos niveles de polifenoles, químicos que combaten la inflamación, y tienen la menor índice de glúcemicos. Esto se refiere a qué tan rápido aumentan tus niveles de glucosa en la sangre. Las moras tienen altos niveles de polifenoles y un bajo índice de glucémicos.
No tomas diferentes decisiones a base de tu hambre
¿Te está crujiendo la tripa horas antes de la cena o simplemente quieres algo de sabor en la boca? Decide cuál de las dos es antes de decidir qué comer. Una manzana grande contiene 120 calorías y una pequeños sólo 53.
No cometas el error de comparar manzanas con naranjas (literalmente). Una naranja grande y una manzana chica contienen más o menos la misma cantidad de calorías.
Comes fruta sola
Aunque una fruta en sí es mejor que una barra de dulce, aún puede incrementar tu nivel de azúcar que te puede causar un bajón. Emparejar la fruta con un poco de proteína, digamos un pedazo de queso, elimina ese problema.
No compras nada orgánico
Claro, cuesta más, pero muchos creen que vale la pena, al menos cuando se trata de ciertas variedades. Manzanas, uvas y otras frutas que suelen contener muchos pesticidas son mejores si optas por lo orgánico.
No te comes la cáscara
Cuando se trata de vitaminas y antioxidantes, la cáscara es lo mejor de la fruta.
Bebes tu fruta
El jugo, ya sea de botella o de licuadora, no contiene la parte fibrosa de la fruta. Está mejor si comes tu fruta con los dientes en lugar de un popote.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.