En el estudio, aquellos que comieron comida rápida con más frecuencia (al menos tres veces a la semana) tenían una probabilidad del 15% mayor de tener mal aliento, o halitosis, que aquellos que consumen comida rápida con menos frecuencia.
Esto es porque las papas y las hamburguesas contienen una gran cantidad de residuos de grasa, la razón por la cual te dan tantas servilletas, que causa una reacción en cadena dentro de tu cuerpo, causando mal aliento.
Los aceites interactúan con tu enzimas digestivas , causando mal aliento.
La grasa en la comida rápida también puede aumentar la acidez en tu estómago, resultando en reflujo gástrico, otro contribuyente al mal aliento.
Es más, si tienes una condición subyacente, como la diabetes, el olor puede ser peor. La bacteria en tu boca se alimenta de azúcar y niveles más altos asociados con la diabetes les da mucho de qué alimentarse, permitiendo que se multipliquen con mayor facilidad.
Esto es muy probable que sea la razón por la que aquellos que consumen más alimentos dulces tienen una posibilidad del 19% mayor te tener halitosis que aquellos que lo consumen menos.
Si quieres que tu boca huela fresco, empieza por tu dieta. Según el estudio, aquellos que comen más frutas y verduras que otros corren un riesgo menor de tener mal aliento.
Aún así, si el mal aliento te sorprende con todo y una dieta sana, lo mejor que puedes hacer es cepillarte los dientes y la lengua para remover todas esas bacterias tan pronto puedas. Pero si eso no es opción, algo pequeño de comer puede ayudar. Come una manzana, refrescará tu aliento porque contienen un compuesto que se ha asociado con inhibir la actividad de bacteria en tu boca.
Las naranjas y las frescas también funcionan para este propósito porque la vitamina C crea un entorno ácido en la boca que hace que sea difícil para que las bacterias se reproduzcan. Claro, también ayuda mucho mantener una higiene oral adecuada y limpieza dental cada 6 a 12 meses.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.