No hay nada de malo ni asqueroso con los frijoles, pero quizá no pienses lo mismo si un día te pones tus pantuflas para estar en la casa y descubres que están rellenos de frijoles.
Aquí te mostraremos unas imágenes que sólo son un poco inquietantes porque al verlos, la primera cosa que pasará por tu cabeza es «eso no debería de tener frijoles.»
Publicado por Othón Vélez O’Brien.