En el estudio, investigadores probaron unas muestras de polvo del interior de 11 hogares distintos con las células de ratones que se desarrollan en células grasas cuando son expuestas a ciertos químicos.
7 de 11 de las muestras consiguieron que las células maduraran en células grasas y que acumularan más triglicéridos en la sangre. 9 de las muestras causaron que las células se dividieran, creando más potenciales células grasas. Sólo una de las muestras no produjo ningún efecto en las células grasas.
El compuesto que creen ser el responsable son químicos que alteran el sistema endocrino, o EDC (según sus siglas en inglés), que pueden interferir con las hormonas del cuerpo. Incluyen cosas como retardantes de flama, ftalatos y bisphenol-A y puede ser encontrado en productos como pisos de vinil, adhesivos, detergentes, ropa de plástico, juguetes para niños y productos de cuidado personal. Pueden terminar en el polvo de interiores que termina siendo inhalado o absorbido a través de la piel.
Entre los 44 componentes analizados en el polvo, la piraclostrobina (un pesticida), TBPDP (un retardante de flamas) y DBP (un plastificante) tenían los mayores efectos de crear grasa.
Según el estudio, los componentes orgánicos analizados con frecuencia son detectados en todas partes en interiores, así que no queda claro si tener la casa siempre impecable eliminaría todo el polvo de casa ni si los niveles de estos compuestos aún se mantendrían.
El estudio no investigó si las casas más sucias tenían más de este polvo que promueve el engordamiento que una limpia.
Además, estos compuestos fueron puestos a prueba con células de ratones, así que es difícil saber si aplica igual en humanos.
Así que antes de que te pongas a limpiar locamente toda tu casa, recuerda que aún se requiere más investigación para que estos descubrimientos sirvan como recomendaciones prácticas para tu salud y tu día a día.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.