Aunque no te gusten los selfies, son una gran parte de la cultura pop. Para algunos es un símbolo de una generación narcisista que presenta una imagen idealizada de sus vidas, para otros es un recordatorio de cómo nuestra identidad puede ser usada para vendernos productos.
Estás ideas son exhibidas en la nueva exhibición de Matthew Mohr donde puede usar tus selfies para crear una enorme representación de tu cara en una instalación de 850,000 LEDs, esencialmente produciendo una imagen tridimensional de tu selfie.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.