Lene Kilda crea esculturas que son inspiradas por las emociones y las personalidades de niños. Creyendo que el lenguaje corporal es la forma más pura de comunicación, Kilda visualiza cada pose infantil con manos y pies esculpidas con cemento y fragmentos de ropa texturizada hecha de malla de metal coloreada.

Estas piezas «incompletas» invitan al espectador a usar su imaginación para llenar los espacios en blanco y contornos ilusorios y quizá a adentrarse en sus propios recuerdos de la infancia.

Publicado por Othón