A veces los padres ayudan demasiado a sus hijos, pero se les olvida que no pueden vivir las vidas de sus hijos para ellos. La tarea de un padre es ayudar a sus hijos crecer a través de sus propias experiencias y es importante no excederse.
Aquí hay una lista de cosas que nunca deberías de hacer por tus hijos, te lo agradecerán cuando sean mayores:
Hablar por ellos
Todo empieza en esos pequeños momentos donde le preguntan a tu hijo “¿cómo te llamas?” e instintivamente respondes por ellos “se llama Beto.” Sería bueno que este hábito lo dejaras cuando tu hijo aprenda a hablar, pero muchos padres no lo dejan de hacer hasta que se vuelven adolescentes.
Al hacer esto le quitas a tu hijo la oportunidad de responder por su mismo. Puedes darle una pista sobre qué responder cuando le hacen una pregunta, pero definitivamente no deberías de hablar por ellos. Así que la próxima vez que alguien le pregunta algo a tu hijo enfrente de ti, dales chance de responder por sí mismos.
Ser su amigo
Muchos padres tratan de ser amigos con sus hijos y no quieren que sus hijos les guarden secretos. Es fácil de entender por qué un padre quisiera esto, pero hay que verlo más a fondo. ¿Qué es un amigo? Es una persona con quien te encuentras en términos iguales. Claro, puedes contarle lo que quieras a tus amigos.
Sin embargo, los padres tienen un papel distinto: nos cuidan y nos aman. No hay necesidad de tener que sentirse como amigos con tus hijos. Tus hijos buscarán a sus propios amigos de su edad, los padres están ahí para brindar amor y apoyo.
La diferencia entre querer y necesitar
Sabemos que las verduras son más sanas que el dulce y zapatos nuevos son más útiles que juguetes. Así que muchos intentan dictar lo que deberían de querer sus hijos. Pero lo que hace esto es reprimir los deseos personales de tu hijo. Esto puede resultar en que tu hijo se vuelva víctima de sus circunstancias o que se rebele contra todos.
Así que aunque sepas qué es lo mejor para tu hijo, intenta no imponerselo.
Ayudar de más
A cierta edad, tu hijo ya puede quitarse la ropa y cambiarse solito, también sabe cómo lavar sus platos y meter la ropa sucia en su lugar. Además, conforme vaya creciendo, va a querer hacer las cosas por su cuenta.
Pero luego hay muchos padres que visten a sus hijos tanto tiempo como puedan. Luego estos son los hijos que en la adolescencia dejan un tiradero en su cuarto porque están acostumbrados a que tú siempre lo has hecho por ellos.
Elegir sus gustos
Con frecuencia los padres le imponen sus preferencias musicales, de libros y de ropa a sus hijos. Es con buenas intenciones, pero disminuye la individualidad de tu hijo. Y en muchos casos, resulta en una protesta donde los hijos hacen lo contrario.
Ve las películas y escucha la música que te gustan por tu cuenta, si quieres platicalo con tus hijos, pero no les impongas tus gustos.
Contar su dinero
En la vida de todo hijo, llega un momento donde empiezas a darles dinero. Lo que no debes hacer en estos momentos es preguntarles cuánto dinero tienen y en qué se lo gastan. Lo peor que puedes hacer es checar sus bolsas o sus alcancías. Esto mata inmediatamente la confianza.
¿Realmente importa cuánto dinero le queda a tu hijo? Deja que ahorre para lo que quiera. Es mejor enseñar a tu hijo cómo ser responsable financieramente y dejar que haga lo que quiera con su dinero.
Elegir sus pasatiempos e intereses
Mamá quiere que su hija toque el violín y se la lleva al otro lado de la ciudad para meterla en clases tres veces a la semana. Papá quiere que su hijo juegue futbol todos los días. Los padres con frecuencia también intentan enjaretarle a sus hijos un pasatiempos además de elegir sus actividades extracurriculares.
Se paciente y observa a tus hijos. Intenta darte cuenta qué cosas les interesan y pregúntales qué les gustaría hacer, esto ayuda para que se desarrollen en un área que les interesa y no algo que dejarán de hacer tan pronto se los dejes de imponer.
Apropiarse de sus logros
Muchas madres en Instagram les gusta compartir fotos con el comentario “¡ya comimos!” o “¡estamos aprendiendo a caminar!” Claro, han de apoyar mucho a sus hijos, pero aún así, estos no son los logros de la mamá, son del hijo. ¿Qué es esto de nosotros?
Cuando el hijo es más grande, las cosas se ponen más serias. Las mamás y los papás empiezan a contarles a sus amigos de cómo sus hijos terminaron la carrera y tienen buenos empleos como si fuera todo gracias a ellos. Es fácil entender cómo tus hijos podrían odiar esto.
Basta con que seas felices por ellos, pero no confundas los logros de tus hijos con los tuyos.
Elegir sus regalos
Cuando tu hijo puede hablar, debería de tener el derecho de elegir qué regalos quiere. No siempre tiene que ser otra playera o un juguete que les ayude a desarrollar técnicas de aprendizaje.
Claro, no siempre es posible darles la opción de elegir, pero dejarlos hacer esto les da algo muy importante: la capacidad de elegir, de tomar decisiones y afrentarse a las consecuencias. Estas capacidades nunca sobran siendo adultos.
Entrometerse en sus vidas personales
Esto es especialmente cierto cuando tus hijos son adolescentes. Los niños tienen a sus propios amigos y tienen sus primeras citas. Esto es normal y totalmente natural. Un interrogatorio de “¿y quién es ese tipo?” sólo molestarán a tus hijos y hará que te oculten lo que puedan. Tus hijos compartirán estos detalles de sus vidas contigo si pueden sentirse seguros de hacerlo.
Dales espacio, no hagas demasiadas preguntas si notas que no quieren compartir los detalles contigo. Y por supuesto, nunca leas los mensajes de tus hijos en sus dispositivos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.