Si quieres poder recordar mejor todo lo que aprendes, hay una práctica muy sencilla que puedes hacer que seguro has hecho alguna vez en tu vida: dibujar.
Ahora, no importa si sabes dibujar o no, ni importa si lo que dibujas se parece a lo que imaginaste o no. Lo importante es que esta simple acción ayuda activa a tu cerebro y hace que retenga mejor la información.
¿Pero cómo te ayuda a recordar las cosas dibujando?
Quizá ya sabrás que apuntando las cosas te ayudará a recordarlas aunque no las leas después. Esto es particularmente cierto cuando apuntas las cosas a mano y no en el celular. Dibujar las cosas que quieres recordar tiene un efecto mucho mayor.
De hecho, no importa si estás dibujando lo que quieres recordar o si sólo estás haciendo garabatos sin sentido. En un experimento, se le pidió a los sujetos que escucharan un mensaje de voz largo. Aquellos que estaban dibujando mientras escuchaban el mensaje pudieron recordar 29% mejor lo que decía que los que sólo estaban escuchando.
Se cree que dibujar es un fuerte potencializador de memoria porque junta tres funciones mentales: la semántica (el lenguaje que entiende y te dice qué estás dibujando), motor (el acto de dibujar) y visual (viendo lo que dibujaste).
De todas estas funciones, la visual es la menos poderosa para ayudar a recordar. Por esto dibujar es una manera muy eficaz de retener la información.
De hecho, algunos artistas y arquitectos dicen que pueden mirar una foto que tomaron y no recordar nada de ella ni de por qué la tomaron, pero cuando ven un dibujo que hicieron, tendrás un recuerdo mucho más claro de dónde estaban y qué sucedía mientras lo hacían.
Es como si la memoria se asocia con la actividad física de dibujar y lo almacena en el dibujo. Cuando lo ves, recuerdas el acto de haberlo dibujado y todos los recuerdos juntos con ese momento regresan también.
Así que la próxima vez que estés en clase o en una junta importante y quieres recordar todo lo que puedas, ponte a dibujar, o una combinación de garabatos con algunas palabras para registrar tus pensamientos.
Si tu falta de talento por dibujar te da pena, no tienes que mostrarle a nadie tus dibujos. Sólo son garabatos que hiciste para ayudarte recordar algo importante.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.