Todos hemos pasado por esos tiempos poco después de terminar una relación donde sientes que jamás vas a superar a tu ex. Pasa el tiempo y sientes que nunca sucederá, hasta que algún día de repente te sientes diferente y te empiezas a dar cuenta que ya no te afecta tanto pensar en esa persona… y en ese momento te das cuenta que ni has estado pensando en tu ex tanto como antes.
Estos son unos señales de que ya superaste a tu ex:
Dejan de dominar tus pensamientos
¿Recuerdas cómo al principio no pasaba nada sin involucrar a tu ex? Compartiste tanto con esta persona que ya todos los lugares a los que sueles ir te recuerdan a ella. Pero ya que ha pasado tiempo, descubres que ya no piensas tanto en tu ex y tu mente vuelve a ser tuya.
Deja de ser un drama encontrártelo
Ya no te dan ganas de vomitarte encima cuando ves a tu ex en persona en algún lugar público, quizá sientas un pequeño cosquilleo, pero nada que te haga entrar en un estado de estrés.
Te dejas de sentir raro con otras personas
Ya cuando conoces a alguien o comparten un beso o se acuestan juntos, ya no se siente como algo ajeno. Dejas de comparar sus cuerpos y técnicas con las de tu ex y el sexo ya se vuelve sexo y no otra referencia de comparación.
Empiezas a olvidar cosas de la relación
Algunos recuerditos que eran muy especiales para tu y que creíste que tendrías cerca del corazón por toda la vida pierden su brillo. El tiempo cambia y sana todo.
Lo dejas de odiar
Si aún odias a tu ex, significa que todavía le guardas algo de pasión y no lo has superado. Pero ya que estás llegando a esa etapa, ya no te parece la persona más vil del mundo. Tu opinión sobre esta persona se vuelve neutra porque te das cuenta que no era una mala persona con puras fallas. Hubo un tiempo en el cual te hacía feliz, aunque eso ya no sea el caso.
Dejas de espiarla
Ya no estás pendiente de sus redes sociales y no te la vives viendo en dónde estará para intentar toparte con ella “por casualidad.”
Ya no te causa terror la idea de enamorarte
Tras la ruptura, el amor se vuelve algo que temes. Ni siquiera quieres volver a tener nada que ver co él. Pero el tiempo ha pasado y cuando tienes a una persona increíble frente a ti, estás dispuesto a abrirte a la idea de enamorarte de alguien más.