El corrector es como un amigo leal con el que no podrías vivir si no existiera. Pero hasta las mejores amistades puedes ser algo complicadas.
Tu corrector puede tener una buena fórmula y será el tono perfecto para tu piel, pero tienes que saber cómo aplicarlo para cubrir las imperfecciones de manera que se vea natural.
Aquí te damos unos consejos para poder ocultar manchas en la cara y esas horribles ojeras que te salen cuando no descansas bien:
Si tienes ojeras oscuras:
Prueba una fórmula avanzada: si necesitas hacer algo por las oscuras e hinchadas ojeras debajo de los ojos, busca un corrector con haloxilo. Esto promueve la liberación de bilirrubina y hierro de la piel, lo cual ayuda a minimizar la apariencia de las ojeras.
Sólo aplica el producto donde realmente lo necesitas: la tendencia será cubrir toda la zona debajo del ojo, pero enfócate mejor en sólo usarlo donde realmente lo necesitas. Sólo deberías de aplicarlo donde está la decoloración e hinchamiento.
Si todo falla, usa corrector de colores: cuando las ojeras se ven particularmente dramáticas, necesitarás usar corrector de colores. En general, mientras más profundo es el tono de tu piel, más naranja necesitarás para eliminar lo morado.
Si tienes manchas en la piel:
Usa corrector verde: antes de aplicar tu maquillaje, presiona una toallita o una compres a las manchas y aplica un tratamiento para manchas sin aceite. Luego aplica un poco de corrector de color verde de manera puntual para eliminar las manchas rojas. Luego aplica un poco de tu corrector normal.
Usa un tono que se parezca lo más posible al de tu piel: el corrector que uses debajo de los ojos debería de ser un tono o dos más claro que tu piel, pero para manchas, deberías de buscar el más parecido a tu piel para ocultarlo de manera perfecta.
No apliques tanto producto: el corrector eliminará lo rojo de tu piel, pero no reducirá el tamaño de tus manchas. En lugar de aplicar una tonelada de maquillaje, usa un aplicador muy pequeño y fino para hacer pequeñas pinceladas o puntos y luego embarra con unos toques ligeros de tu dedo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.