Nos enseñan desde temprana edad que es educado y asertivo mirar a la gente a los ojos cuando te hablan o cuando les hablas. Estudios psicológicos respaldan esto. Aquellos que mantienen suficiente contacto visual, con tal de que no sea excesivo, suelen ser percibidos como personas más competentes, confiables e inteligentes.
Si quieres dejar una buena impresión, entonces será buena idea que mires a la persona con quien hablas a los ojos. Pero este consejo no necesariamente es fácil para todos. Se sabe que el contacto visual mutuo para algunos puede ser emocionalmente intenso, distractor o hasta incómodo.
Si eres de estas personas que le cuesta trabajo mantener el contacto visual por x o y, aquí te compartimos un pequeño truco que hasta ha sido respaldado por estudios, se le conoce como “la ilusión del contacto visual.”
Sencillamente, esto es cuando miras a la persona que te está hablando, pero no los miras directamente a los ojos, sino en el área general donde se encuentran.
Gracias a esta ilusión, puedes dar la impresión de estar mirando fijamente a la persona a los ojos, pero estás viendo otra parte de su cara.
En un estudio para demostrar esta ilusión, uno de los investigadores mantuvo una conversación de 4 minutos para conocer a 46 personas. Ambos usaban lentes que detectan el movimiento de sus ojos mientras hablaban. Para la mitad de los participantes, el investigador los miró fijamente a los ojos, resultando en contacto visual mutuo durante 52% de la charla.
Para los otros participantes, habló de la misma manera, pero reduciendo intencionalmente su contacto visual en un 25%, enfocándose más en la región de la boca de sus caras en vez de los ojos, resultando en contacto visual mutuo por 3% de la charla.
La idea de esta prueba fue ver si los participantes de ambos grupos creyeron que el investigador estaba manteniendo el contacto visual con ellos y qué tanto disfrutaron de la charla. De hecho, ambos grupos percibieron la misma cantidad de contacto visual y disfrutaron de la charla.
Los descubrimientos de este estudio fueron consistentes con evidencias de estudios pasados que sugieren que durante una conversación normal, la percepción del contacto visual es lo que motivaba a la otra persona a mirarte a la cara mientras hablaban y no específicamente los ojos.
Estos nuevos descubrimientos aseguran que cualquiera que quiera tener una buena conversación, pero que se siente incómodo mirando fijamente a los ojos a la otra persona, no tienen que hacerlo.
No te preocupes por mirar a alguien a los ojos cuando hables con ellos, con tal de mirar generalmente a la cara es todo lo que necesitas para que todo funcione a tu favor.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.