Piensa en las cremas depiladoras que llegaste a probar durante los 90. Seguramente te ardían la piel, olían mal y picaba. Pero lo que no hacían era quitarte el pelo que estabas tratando de eliminar.
Las cremas depiladoras tienen una mala reputación, pero al igual que tus cejas y las luces en tu pelo, han llegado muy lejos desde los 90.
Actualmente están hechas con mejores fórmulas que contienen ingredientes que alivian y nutren, como vitamina E, aloe vera y manteca de cacao.
Ah, y ahora sí funcionan como prometen, gracias a ingredientes como el calcio, hidróxico, tioglicolato de calcio, hidróxido de sodio y tioglicolato de sodio
Estos ingredientes activos descomponen los lazos de queratina que componen la estructura de tu pelo. A través de este proceso, que puede tomar desde 5 a 10 minutos (un poco más si tu pelo es muy grueso), el pelo se debilita y comienza a disolverse, haciendo que sea fácil removerlo sin necesidad de un rastrillo.
Este es el problema: el pelo corporal puede ser quisquilloso. Nadie debería estar obligado a quitárselo sin importar lo que diga la sociedad.
La decisión es tuya, pero si decides que no quieres todo ese vello pero no te gustan las cremas depiladoras por malas experiencias que hayas tenido en el pasado, es hora de que les vuelvas a dar otra oportunidad.
Las mejores cremas no duelen para nada, a diferencia de la cera o el láser, y te quita el pelo desde la raíz, a diferencia de el rastrillo, así que te mantienes sin pelo por días más.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.