¿Qué harías si un día estás en la calle y se te acerca una bicicleta como para que te la llevaras contigo?
¿La adoptarías o la dejarías a su suerte?
¿O nada más te parece muy surreal todo lo que está pasando o te pones paranoico de que te están haciendo una broma?
Pues, en el caso de estas personas, la bicicleta era un regalo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.