Quizá has oído de comer intuitivamente para llevar una dieta más sana sin hacer dieta.
Comes cuando te lo pide tu cuerpo y terminas cuando tu cuerpo te lo indica. No hay nada que no puedas comer, tus almuerzos son para nutrirte en todo sentido de la palabra.
Este cambio de perspectiva alivia la culpa que hace que mucho recurran a las dietas y establece una relación beneficiosa de largo plazo con la alimentación sana.
Si crees que esto suena demasiado simple, eso es porque de eso se trata. Es una oportunidad de echar a un lado todos los problemas que conllevan las dietas extremas y restrictivas y regresar a una forma de vida más básica.
De la misma manera, beber intuitivamente hace que consultes contigo mismo antes de beber y mientras ya estás ebrio.
Estas tres preguntas te ayudarán con esto:
¿Por qué estás a puntos de beberte esto?
Se trata de ser consciente de ti mismo. ¿Estás bebiendo para distraerte o para dejar de sentir algo o estás bebiendo o lo haces porque es algo que te gusta? ¿Te parece que es una opción sana para ti?
¿Esto es algo que te gusta beber?
Cuando comes intuitivamente, la satisfacción no es lo mismo que estar lleno. La satisfacción es cuando eres feliz con lo que comes, mientras que estar lleno es cuando ya comiste suficiente.
Piénsalo así, cuando estás satisfecho, te sientes lleno, pero cuando estás lleno, no necesariamente siempre te sientes satisfecho.
Lo mismo aplica con el alcohol. Quizá te guste alguna bebida con más calorías y mayor contenido de alcohol, pero eliges otra cosa porque te sientes mal por tomarte la otra cosa. Así es como terminas bebiéndote cinco tragos de algo que no te gusta. No te sientes satisfecho.
Si lo que te gusta es una cerveza bien potente, quizá le saques más satisfacción a una botella en lugar de seis de otra.
No sólo deberías de preguntarte sobre tu decisión por beber, también deberías de preguntarte sobre la bebida que te vas a tomar.
¿Tienes una relación sana con el alcohol?
Es importante entender también la razón por la cual quieres reducir tu consumo de alcohol.
La restricción con frecuencia puede implicar que termines bebiendo más cuando por fin te des un trago. Cuando decides darte un tiempo sin alcohol, es importante que planees qué va a suceder al final de este tiempo. De lo contrario, puede que termines bebiendo igual o más que antes.
Ahora, si sientes que tienes un mayor problema aquí y has intentado moderar tu consumo de alcohol, pero sigues regresando a malos hábitos, quizá sea tiempo para considerar acudir con un profesional.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.