Existe una cantidad innumerable de dietas que prometen ayudar con la pérdida de peso: atkins, keto, a base de planta, etc.
Y no es raro que la gente que siga estas dietas se pase de una a otra cuando se aburren de un estilo de alimentación en particular. Pero esta estrategia te puede dejar con mucha fatiga de dieta.
Podrías estarte moliendo emocionalmente. Si es tan malo que no lo puedes mantener por más de una semana o dos, habla mucho de la dieta, ¿no?
Además, prohibirte alimentos puede dejarte deseando y anhelándolos más, como alguna pasta o un postre.
Es más probable que te enfoques demasiado en esto y podría causar que de repente comas mucho en un sentado porque te concentras totalmente en lo rico que te sabe la comida.
Físicamente es muy improbable que le hagas daño a tu cuerpo. Es increíble las cosas que puede tolerar a veces.
Pero aún así, es mejor evitar cambiar de extremo a extremo, digamos como de una dieta alta en grasa tipo la keto a una dieta baja en grasa. Esto es porque estarías recorriendo toda la gama metabólica.
El cambio abrupto de pasar de una dieta donde consumes principalmente carne a una donde consumes más carbohidratos puede dejarte con fatiga, de mal humor y con hambre.
Hasta gente que no hace la dieta keto puede experimentar problemas gastrointestinales como hinchamiento o gas si se pasan a una dieta alta en fibra.
Cambiar constantemente tu dieta puede dejarte cansado y mal nutrido si no consumes suficientes calorías o nutrientes.
Siempre deberías de pensar en tus metas y expectativas antes de empezar un nuevo estilo de alimentación y luego date unos tres meses para anotar tu progreso y si te gusta o no el nuevo plan.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.