Alguna vez en tu vida es muy probable que te diagnostiquen mal alguna condición por cuestión de que los síntomas se pueden confundir mucho entre algo grave y alguna enfermedad sencilla.
Por eso aquí te platicamos un poco de las enfermedades o condiciones médicas más comúnmente mal diagnosticadas:
Hidradenitis Suppurativa
Síntomas: dolor al orinar, bultos de tamaño de una canica debajo de la piel que suelen engrandecerse y drenan pus.
Se confunde a menudo con: acné.
Cuando aparecen estos granos que son como quistes en zonas como el pecho, la áxila, entrepierna y trasero, se confunde frecuentemente con un caso de acné resistente.
Aunque sea relativamente común, toma entre 5 a 8 años conseguir un diagnóstico. Hasta algunos dermatólogos tienen poca experiencia cuando se trata de esta condición.
Síndrome de intestino irritable
Síntomas: dolor abdominal, calambres o hinchamiento que suele aliviarse después de ir al baño, exceso de gase, diarrea o estreñimiento, mucosa en las heces.
Se confunde a menudo con: enfermedad celiaca (alergia al gluten), sensibilidad al gluten, intolerancia a la lactosa.
Cuando acudes con un gastroenterólogo, suele ser por diarrea, hinchamiento o dolor abdominal crónicos. Estos síntomas se ven en varias condiciones gastrointestinales, incluyendo el intestino irritable.
Enfermedad de lyme
Síntomas: un sarpullido en forma de anillos en zona de picadura, seguido por fiebre, sudor frío, fatiga, cuerpo cortado, dolor de cabeza, tensión en el cuello y ganglios inflamados.
Se confunde a menudo con: mononucleosis, influenza, síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, meningitis.
Asumirías que la enfermedad de lyme sería fácil de diagnosticar ya que sólo lo puedes adquirir si vives o pasas mucho tiempo en un lugar boscoso donde viven garrapatas de venado, pero no lo es.
Lupus
Síntomas: fatiga, fiebre, dolor en articulaciones, un sarpullido con forma de mariposa en la cara o en otras partes del cuerpo.
Se confunde a menudo con: artritis reumatoide, síndrome de fatiga crónica, fibromialgia.
El lupus ocurre cuando el sistema inmune de tu organismo ataca a tus propios tejidos y órganos. La inflamación crónica puede afectar todo desde tus articulaciones hasta tu piel o hasta tus riñones, corazón, cerebro y pulmones.
Se puede confundir con varias otras condiciones y suele ser mal diagnosticado si no se consulta a un especialista.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.