Tras un largo y cansado día, tu rutina de limpieza podría sentirse como una tarea. Lo más probable es que te talles la cara por unos segundos y te enjuagas la cara y ya. Y bueno, la verdad es que te estás quedando corta con esto.
Se entiende perfecto que quieras apresurar las cosas para poder descansar de una buena vez y ya, pero pasar un poquito de tiempo extra para cuidar tu piel y tu cara valdrá la pena a la larga haciendo que te veas más radiante.
Te platicamos un poco de la regla del 60/30. Básicamente lo que significa es que debes de lavar tu cara con algún producto limpiador para las caras por alrededor de 60 segundos y luego deberías de pasar 30 segundos enjuagándote.
De este modo, al lavarte la cara estás removiendo todo el mugre, polvo, grasa y cualquier acumulación en tus poros y al enjuagar por tanto tiempo procuras que no te quede ningún residuo de tu producto de limpieza.
Elige algún producto que se enfoque en áreas problemáticas donde los poros suelen estar tapados para que sea más fácil enjuagarlo todo con agua. Esto te permite conseguir una limpieza profunda sin quitar la capa protectora de la piel.
Para los mejores resultados y la cara más radiante, exfolia tu cara unas dos a tres veces a la semanas. Sólo procura que no sea uno demasiado áspero porque no quieres dañar tu piel.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.