Pues, no has comido en un rato. Básicamente ayunas en el tiempo entre la cena y el desayuno. El azúcar de tu sangre también estará del lado bajo, indicando a tu cuerpo que es hora de comer porque necesita energía.
Además, aunque hayas cenado un almuerzo llenador y adecuado de calorías y nutricionalmente denso, ya no hay comida presente en el estómago o el intestino delgado después de toda la noche.
Así que despertar con hambre es perfectamente normal bajo cualquier circunstancia.
¿Puede ser malo despertar con hambre?
Despertar con mucha más hambre de lo normal también es normal de vez en cuando. Sin embargo, si siempre despiertas con un hambre exagerado, quizá debas cambiar tu rutina para asegurarte de que a tu cuerpo no le falte energía o nutrientes importantes.
Pueden haber varias razones por las que sientes más hambre de lo normal por las mañanas: puede ser porque no comiste suficiente el día anterior o te saltaste algún snack en la noche antes de dormir a la cual estarás acostumbrada. O quizá estés siendo más activa de lo normal y tu cuerpo aún se está acostumbrando.
Es malo despertar sin hambre
Si despiertas sin hambre puede ser porque tu cuerpo está acostumbrado a tu patrón donde te saltas el desayuno o te tardas más en empezar a comer.
Si esto te pasa, quizá también comes o cenas mucho más de lo debido para compensar. Esto se puede solucionar comiendo más temprano en el día y repartiendo tu consumo diario de calorías más proporcionadamente a lo largo del día.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.