Todos tenemos una mala cita de vez en cuando y es normal sentirte sin ganas de salir otra vez después, pero no tiene que ser así.
Algo reconfortante de las citas, es que aunque hayas tenido una mala racha, todo puede cambiar en un instante. Pero antes de que eso pase, vas a tener que pasar por un mal date o dos (o más).
Puede ser duro y horrible el proceso, pero aquí te explicamos cómo llevarlo a delante más ameno:
Llama a una amiga
La mejor cura para un mal date es platicándole el chisme a una de tus confidentes top. Sabes justo de quién hablamos, es esa persona que no te juzga y te hace reír en los momentos que más lo necesitas.
Date un gusto
Ya sea ver horas de una serie en Netflix, pedir una pizza, encerrarte todo un día en casa, ir a una clase de yoga, lo que sea que te haga feliz.
No te eches la culpa
Es fácil culparte por una mala cita, “¿qué si hubieras actuado diferente? quizá hubieran salido mejor las cosas”. Pero existen tantos factores que nunca sabes va a embonar tu personalidad con la de otra persona.
Recuerda que estas cosas pasan y no son tu culpa.
Cambia tu estrategia
A veces por no ser grosera, te aguantas las horas en la cita sabiendo que no la estás pasando bien desde el principio. Quizá la próxima vez no dejes que pase tanto tiempo y despídete educadamente, no hay nada de malo con eso.
Ten otra cita
La mejor forma de olvidar lo terrible que fue tu última cita, es cambiando la última cita por otra. Dale otra oportunidad a alguien más y quizá esta cita te genere nuevos recuerdos buenos que opacarán los de la cita mala.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.