Si tus amigos te han dicho que te dejas arrastrar, eres demasiado pasiva o que tienes que hacerte respetar más, quizá deberías de hacerles caso.
Claro, no es un proceso fácil, pero mientras más pronto te des a respetar, más feliz serás. Puede ser raro al principio, pero te lo debes, aquí te platicamos cómo lograrlo:
Practica decir que no y no te dejes arrastrar
Dilo en el espejo o empieza con gente con quien te sientas cómoda y en confianza. Si hay algo que no quieres hacer, no lo hagas, no estás obligada a decir que si a todo.
Entiende que “no” es una oración completa
No tienes que dar explicaciones cuando no quieres hacer algo. Decir no es más que suficiente, y si alguien no te quiere dejar en paz sin antes darles una explicación, tú nada más vete.
Que no te de miedo estar en desacuerdo con alguien
Si alguien dice o hace algo que te molesta, no sientas la necesidad de hacer como si nada pasara o de cambiar el tema. Tienes el derecho de molestarte por algo que incomode u ofenda.
Recuerda que mereces que te traten bien
No importan los errores que hayas cometido, eres digna de una vida feliz. Todos cometemos errores, recuerda todos tus logros y todo lo que te hace la persona increíble que eres.
Domina el rechazo
A veces titubeamos en la vida por miedo de que fallemos o nos rechacen. Date cuenta que el rechazo es parte de la vida y no nos mata. Úsalo como motivación para mejorar o buscar otras cosas.
Alza la voz
No estamos diciendo que grites, pero hazte escuchar. Si te trajeron mal tu pedido en un restaurante, no te lo comas por compromiso. Puedes decir amablemente que esto no es lo que pediste. No aceptes los errores de los demás a costo tuyo.
No te dejes arrastrar por la gente
Tratar de complacer a todo el mundo sólo te restará felicidad a ti y nunca lograrás el cometido. Haz lo tuyo y no te preocupes por lo que los demás pensarán, eso no es problema tuyo.
Aprende cuándo alejarte cuando te quieren arrastrar
No todo vale la pena como para estarte peleando todo el tiempo. Si ya te cansaste de una situación, déjalo e ignóralo. No le des a otros la satisfacción de alterarte, tu tiempo es más valioso.
Publicado por Othón Vélezz O’Brien.