
Comidas reconfortantes que no arruinan tu digestión
Cuando pensamos en comida reconfortante, lo primero que se nos viene a la mente suelen ser platillos pesados, cremosos o llenos de carbohidratos. Y aunque a veces eso es justo lo que necesitamos, también hay formas de consentirnos sin que nuestra digestión sufra las consecuencias.
Comodidad sin culpa
Comer rico no tiene por qué sentirse como un exceso. Elegir ingredientes que reconforten el cuerpo en vez de sobrecargarlo puede hacer toda la diferencia. Caldos ligeros con pollo, vegetales al vapor con especias cálidas como el comino o la cúrcuma, y cereales suaves como el arroz o la avena cocida lentamente pueden brindar ese apapacho sin pesadez ni inflamación.
Si tu sistema digestivo es sensible, evitar frituras, lácteos enteros y harinas refinadas puede ayudarte a mantener el equilibrio. Sustituir ciertos ingredientes también puede transformar tus comidas favoritas en versiones mucho más amables con tu cuerpo.
Cambios pequeños, impacto grande
Cambiar crema por yogur natural o leche vegetal, hornear en lugar de freír, y agregar jengibre fresco o hierbas digestivas como el hinojo o el anís puede darle un boost a tu digestión. Incluso una pasta con salsa de tomate casera puede sentirse como un abrazo si eliges ingredientes naturales y evitas los ultraprocesados.
Las legumbres bien cocidas, los vegetales cocinados en lugar de crudos y los cereales integrales en porciones moderadas son excelentes aliados cuando se trata de comidas reconfortantes y digestivas.
Recetas que cuidan de ti
Algunas ideas fáciles:
– Sopa de lentejas con cúrcuma y espinaca
– Avena cocida con manzana, canela y nuez
– Puré de camote con aceite de oliva y romero
– Tazón tibio de arroz integral, brócoli y pollo con jengibre rallado
Pequeños cambios hacen una gran diferencia cuando se trata de sentirte bien por dentro y por fuera.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.