El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó hoy la nueva prueba nuclear de Corea del Norte y la calificó como un acto “altamente provocativo” que erosiona la estabilidad en la península coreana.
“Estados Unidos permanece vigilante a la luz de las provocaciones de Corea del Norte y firme en nuestra defensa de los compromisos con nuestros aliados en la región”, señaló en una breve declaración.
La Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA, por su sigla en inglés), confirmó la realización del tercer ensayo nuclear de Pyongyang, de tipo subterráneo en un campo en el norte del país.
Obama sostuvo que las provocaciones del régimen norcoreano no hacen al país más seguro, sino lo convierten en un gobierno cada vez más aislado y a su gente más empobrecida.
“El peligro que representan las amenazantes actividades de Corea del Norte ameritan un acción expedita y creíble por parte de la comunidad internacional”, señaló Obama.
Obama indicó que tomará las medidas necesarias para defender a sus vecinos y reforzará la coordinación con el grupo de seis países socios en el tema de península coreana, así como con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Estados Unidos dejó en claro que la nueva prueba, que sigue a un lanzamiento de misiles balísticos el 12 de diciembre pasado, socava la estabilidad regional y viola las obligaciones de Corea del Norte bajo resoluciones de la ONU.