* Asia tendrá a 10 de los países más competitivos del sector: Deloitte

México, 18 Feb. (Notimex).- México se ubicará entre los 15 países manufactureros más competitivos del mundo en cinco años, de acuerdo con el estudio denominado “Índice global de competitividad de manufactura 2013”, elaborado por la consultora Deloitte.

La firma prevé que pese a que la industria manufacturera del país decreció en los últimos años, al pasar del sexto lugar en 2010 a la posición 13 en 2012, para este año dicho ramo impulsará de forma significativa el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

Ello, debido al crecimiento generado por la demanda externa en Estados Unidos, principalmente, mientras que para alcanzar un mejor posicionamiento, México debe trabajar en áreas como innovación, impuestos, costos en materias primas, mano de obra, sistema legal e infraestructura, entre otros.

El aspecto fundamental será contar con colaboradores talentosos, toda vez que según el Índice de Deloitte, éste es el indicador más alto de competitividad en un país, seguido del comercio, el sistema financiero y fiscal, así como el costo de mano de obra y de materias primas.

La investigación de la consultora, realizada con más de 550 directivos de empresas manufactureras de todo el mundo, revela que los líderes del sector en Estados Unidos y Alemania enfrentarán el reto de mantener su ventaja frente a países emergentes.

El estudio ubica a China como la nación industrial más competitiva del mundo, actualmente y en un futuro; mientras que Canadá bajará hasta el octavo sitio, y Japón dejará de figurar entre los 10 primeros lugares.

Asimismo, estima que en cinco años, las principales naciones emergentes ocuparán una mejor posición dentro del Índice, con Brasil ubicándose en el tercer lugar, en tanto que el continente asiático tendrá al menos a 10 de los 15 países más competitivos de la lista.

Al respecto, la consultora concluye que será necesario entender mejor las fuerzas que impulsan la complejidad del futuro de la industria manufacturera en América, así como el impacto que generan muchos de los cambios estructurales en la economía global.

Las potencias emergentes se centrarán en el fortalecimiento de su infraestructura y políticas que impulsen su rápido crecimiento y el empleo de alto valor, por lo que aún tienen una importante oportunidad de prosperar y “permanecer en el mercado como jugadores relevantes”, añade el reporte.