Con serenidad transcurrió la primera jornada preparatoria. 12 cardenales electores, aún ausentes.

Si no hay sorpresas, este martes se sabrá cuándo comienza el cónclave en el que será elegido el sucesor de Benedicto XVI.

Las fechas más probables parecen el próximo domingo o el lunes, aunque habrá que esperar a que lleguen a Roma todos los cardenales menores de ochenta años, pues son ellos los que tienen la prerrogativa de adelantar el día en que se pronuncia el “Extra omnes!” (“¡Todos fuera!”) antes de que se cierren las puertas de la Capilla Sixtina y comiencen las votaciones para nombrar al Pontífice número 266 de la historia de la Iglesia católica.

El lunes faltaban aún por llegar a Roma 12 de los 115 purpurados electores. Estos cardenales no acudieron a la primera de las congregaciones generales, las reuniones previas al cónclave en las que pueden participar todos los miembros del Colegio Cardenalicio.

En el encuentro, en el que había 142 príncipes de la Iglesia, de los que 103 eran electores, llevó la voz cantante el decano, Angelo Sodano.

El otro personaje de peso era el camarlengo, Tarcisio Bertone, encargado de llevar las riendas de la Iglesia durante el período de sede vacante.

En la primera parte del encuentro del lunes, celebrado en la Sala del Sínodo, dentro del Aula Pablo VI del Vaticano, los cardenales hicieron su juramento de que mantendrán el secreto sobre todo lo tratado en el proceso que llevará a la elección de un nuevo obispo de Roma. Pronunciaron uno a uno su juramento frente a un crucifijo y con la mano sobre los Evangelios.

Es la constitución apostólica “Universi Dominici Gregis”, aprobada por Juan Pablo II en 1996, la que contempla este procedimiento. Quien viole su juramento de mantener el secreto es penado con la excomunión, como subrayó Benedicto XVI en el motu proprio (documento magisterial) “Normas nonnullas”, en el que permite a los cardenales electores que adelanten el inicio del cónclave sin esperar a los 15 días mínimos de sede vacante que contempla la ley.

Luego de los juramentos, se sorteó quiénes serían los purpurados que ayudarán al Camarlengo en la congregación particular y se decidió que el predicador de la Casa Pontificia, el capuchino Raniero Cantalamessa, dirigiera por la tarde la primera de las meditaciones que se celebrarán durante las congregaciones generales.

En la sesión vespertina los cardenales también prepararon el borrador de una carta de agradecimiento a Benedicto XVI, quien obviamente no participará en el cónclave del que saldrá elegido su sucesor.

La frenética actividad de estos días del Colegio Cardenalicio contrasta con la tranquilidad de la que el obispo emérito de Roma disfruta en Castel Gandolfo, donde vivirá durante los próximos dos meses hasta que terminen los trabajos de acondicionamiento del monasterio dentro del Vaticano donde se trasladará luego.

Aunque no está en ningún orden del día, en estas jornadas de congregaciones generales los purpurados hablarán del caso ‘Vatileaks’, la crisis motivada por la filtración a la prensa de documentos confidenciales.

El cardenal Raymundo Damasceno, arzobispo de Aparecida y presidente de la Conferencia Episcopal Brasileña, explicó el lunes en una entrevista publicada por ‘La Stampa’ que aunque los tres miembros de la comisión cardenalicia encargada por Benedicto XVI de investigar el caso Vatileaks no harán público sus resultados, sí que ofrecerán información sobre lo que descubrieron. “Seguramente el contenido (del informe) tendrá un peso en las votaciones”, afirmó Damasceno.

El portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi, calificó la primera de las congregaciones generales como un encuentro “sereno, constructivo y positivo”.

[accordion auto_height=»false» ui_theme=»ui-smoothness» collapsible=»0″ active=»1″][accordion_panel title=»SE CUELA FALSO OBISPO»]Un italiano disfrazado de obispo intentó colarse el lunes a la primera reunión de cardenales. El falso obispo posó ante fotógrafos del brazo de varios cardenales. Apretó manos, habló con prelados, antes de que un miembro de la Guardia Suiza lo interceptara. El hombre, identificado como Ralph Napierski, contó en su blog que se llama ‘Basilius’. Llamó la atención de la guardia que luciera un sombrero, tenis y usara por fajín una bufanda morada. [/accordion_panel] [/accordion]

El Tiempo. Darío Menor. 4 Marzo de 2013.