A pesar de las advertencias de su pareja y de su madre, Kim Kardashian no se resigna a reducir el ritmo de su acelerada vida y dedicarse a cuidar su embarazo, el cual no ha resultado tan fácil como ella pensaba.
De hecho, después de un vuelo largo de París a Los Ángeles, la socialité tuvo que internarse en un hospital para atender sus malestares y verificar el buen estado de su bebé.
Por fortuna la salud de ambos es inmejorable, pero Kardashian ha comenzado a percatarse de que su vida tiene que cambiar. “Es un poco doloroso en algunos momentos. Me he sentido mal varias veces y los vuelos lo empeoran bastante. Cada vez se vuelve más complicado”, comentó la sensual morena en entrevista con “E! News”.
“Kim ha recibido una llamada de atención con lo que le ha sucedido. Kanye llevaba semanas detrás de ella intentando que bajara el ritmo de vida pero ella siguió igual, sin hacerle caso. Incluso su madre ha estado advirtiéndole que debería estar más tranquila, pero Kim trabaja con todas sus fuerzas y el bebé lo ha resentido. Ha cometido el típico error de embarazada primeriza. Ahora se ha dado cuenta de que no puede hacerlo todo. Necesita pensar más en el bebé y este susto le ha servido para aprender”, publicó la revista OK!