Las estrategias del cine mexicano han sido distintas en los últimos años para intentar atraer la atención de los espectadores, por lo general interesados en el cine de Hollywood, en las cintas de grandes efectos especiales, antes que en las historias.

Por ello, como una herramienta para conocer las necesidades de quien acude al cine, que le permita a la industria responder de manera atractiva a los retos del presente y del futuro, el Instituto Mexicano de Cinematografía desarrolló un estudio que habla del perfil del espectador, tanto de sus intereses como asistente al cine, como de sus estudios socioeconómicos, el cual forma parte del Anuario del Cine Mexicano preparado por el Área de Investigación Estratégica, Análisis y Prospectiva del Imcine, encabezado por Rodrigo Soto.

Una de las primeras reflexiones dentro del documento se refiere a las actitudes que tiene el público acerca de cada cinematografía, las cuales se ven reflejadas directamente en los hábitos de consumo de películas, además de que la gama de formatos de exhibición y de géneros audiovisuales es tan variada como los perfiles del espectador.

“La creciente globalización ha redefinido el mercado cultural, fenómeno sin fronteras que hace que las diferentes propuestas estéticas lleguen con inmediatez a todas las latitudes. Nunca en la historia ha existido tanta oferta y formas de consumo artístico y de entretenimiento como en nuestro tiempo.”

Desde hace varios años, México ha figurado dentro de los 10 países que más recaudación obtienen por el cine: el año pasado se dejó en taquilla alrededor de 10 mil 672 millones de pesos, pero 89 por ciento de los ingresos fueron generados por películas estadounidenses, mientras sólo 4 por ciento entró por películas mexicanas y 6 por ciento por europeas, lo que refleja no sólo la inequidad, sino los retos que enfrenta el cine mexicano, que en 2012 tuvo una producción récord.

Así, por ejemplo se produjo el mayor número de películas de los últimos 50 años, 112, aunque no termina por despertar interés entre los espectadores, al bajar la cuota de asistentes entre 2011 y 2012: de 7.5 a 4.8 por ciento del mercado total de quienes acudieron a alguna sala de cine.

Desde esa perspectiva, el productor Rodrigo Herranz se pregunta por qué si la oferta de cine crece, hay más festivales y se buscan nuevas formas de exhibición, como la internet, no crece el número de espectadores de cine nacional: “seguimos prejuiciando a nuestra cinematografía, no nos hemos podido sacudir la fama los años 80 o qué está pasando”.

OPTIMISMO

Frente a esas dificultades, se notan ciertos datos esperanzadores en el estudio, como el hecho de que la calificación promedio que el público le dio al cine mexicano resulta: un 7.8 en una escala de 10, una décima más con respecto a 2010, mientras al cine de Hollywood se le califica con un 8.1.

“El hecho de que la cinematografía nacional siga contando con una buena opinión entre el público afirma la necesidad y factibilidad de mejorar su posicionamiento y, en consecuencia, aumentar su consumo.”

En otro aspecto abordado dentro del estudio, se habla de la comedia como el género cinematográfico de mayor preferencia entre los mexicanos, seguido del drama y la acción, aun cuando el más consumido en las salas de cine es el de acción; en ese punto, se halló que entre los géneros de cintas mexicanas que menos agradan, el de terror contó con el índice de rechazo más alto.

Dentro del trabajo sobre el perfil del espectador en México, el documentó arrojó que son los jóvenes de entre 18 y 25 años de edad donde se encuentra el mayor porcentaje del público que no ve cine mexicano; por el contrario, las personas de 42 a 49 años de edad y mayores de 50 años son los más proclives a ver producciones nacionales, aun cuando uno de los inconvenientes es que se trata del sector que menos asiste a salas de cine.

Destacada como una de las principales aportaciones del Anuario Estadístico del Cine Mexicano 2012, dicho capítulo permite una mejor comprensión de las necesidades de los espectadores en México, lo cual podría influir en las producciones cinematográficas futuras.

Claves

[accordion auto_height=”false” ui_theme=”ui-smoothness” collapsible=”0″ active=”1″][accordion_panel title=”Cómo se elige”]– La recomendación es el factor de mayor influencia para elegir una película, tanto extranjera como mexicana, aunque es en el segundo caso donde se vuelve aún más contundente, pues 57% de los encuestados la considera primordial”. — La sinopsis y la publicidad quedan en segundo y tercer lugares, respectivamente, para producciones extranjeras; para cintas mexicanas, estos dos factores prácticamente tienen la misma relevancia. — “Quienes mejor califican al cine mexicano son adolescentes de 12 a 17 años y adultos de 34 a 49 años. Las personas con primaria y secundaria son las que más preferencia tienen por la cinematografía nacional.” [/accordion_panel] [/accordion]

 Milenio 25 Marzo 2013.