Imagina si pudieras pintar un interruptor de luz que funcione directamente en tu pared, sin necesidad de tomas de corriente, cables o instalación.

Un grupo de estudiantes del Colegio Real de Arte (RCA, por sus siglas en inglés) en Londres, Inglaterra, lo hizo posible al crear pintura eléctricamente conductiva.

La pintura actúa como una forma de cableado líquido. A diferencia de los cables convencionales, puede aplicarse a casi cualquier superficie, incluido papel, plástico, metal e incluso tela.

El producto tiene el aspecto y consistencia de marmita líquida (una pasta saborizante usada en la cocina), pero se seca rápidamente cuando es expuesta al aire. Sus inventores Isabel Lizardi, Matt Johnson, Bibi Nelson y Becky Pilditch, graduados del RCA, llaman a su creación Bare Paint (Pintura Descubierta).

Aunque no son los primeros en crear una tinta conductiva, son pioneros en usarla en formas nuevas.

“Comenzamos este proyecto en serio en 2009 (…) Originalmente estábamos interesados en intentar aplicar electrónica a la piel… pensamos en aplicarla como recubrimiento y eventualmente tuvimos esta idea de una pintura conductiva”, dijo Matt Johnson.

El equipo comenzó investigando cómo era utilizada la electrónica en el cuerpo.

“En 2008, y probablemente hasta ahora, había mucho trabajo sobre textiles electrónicos (…) Y aunque realmente nos gustaba la idea de tener un jumper (una pieza de ropa) que tiene algo de inteligencia, no nos gustó que fuera tan abultado y que una vez que te lo quitaras la funcionalidad desapareciera”, dice Johnson.

Casi al mismo tiempo había mucho “trabajo extremo” realizado por personas que se inyectaban electrónicos debajo de la piel. Para su proyecto final, los estudiantes del RCA comenzaron a trabajar en hacer algo menos intrusivo, al buscar una sustancia que pudiera pintarse en el cuerpo.

Eventualmente, dice Johnson, “esa idea se transformó en el material que tenemos ahora, que es muy seguro aunque ya no está destinado específicamente al cuerpo”.

Después de graduarse de la universidad, el equipo colaboró en un video para el DJ y productor Calvin Harris. El proyecto resultante fue el Humanthesizer, una presentación que literalmente da vida a la pintura, con bailarines cuyos movimientos activaban secuencias de audio de la canción de Harris Ready for the Weekend.

“Crear un nuevo material fue un poco desalentador para cuatro diseñadores”, dice Johnson. La solución del equipo no era regresar a la escuela para estudiar Química durante cuatro años. En su lugar, simplemente buscaron en Wikipedia. De acuerdo con Johnson, la enciclopedia en línea les dio casi todo lo que necesitaban saber sobre la creación de materiales conductivos.

Una vez que terminaron la fórmula de la pintura, la cocreadora Isabel Lizardi dice que el equipo comenzó a considerar cómo podría aplicarse en productos del mundo real. Lo primero que lanzaron fue la pintura en su forma bruta, que pusieron a disposición de otros inventores de cobertizos.

Hoy en día, los tarros y plumas Bare Paint se venden en internet y en las tiendas electrónicas Radio Shack en Estados Unidos. Los proyectos realizados por usuarios de Bare Paint incluyen de todo desde ruedas interactivas de color hasta juguetes eléctricos hechos en casa.

Johnson dice que la pintura conductiva abre un rango enorme de oportunidades creativas. A medida que la pintura conductiva se vuelve cada vez más común, podemos mirar hacia un futuro en el que las vallas publicitarias contesten, las paredes sean interactivas, y las tarjetas de felicitación cobren vida en nuestras propias manos.

“Los dispositivos ya no tienen que verse de alta tecnología para ser de alta tecnología”, dice Johnson. “Nuestra meta es poner interactividad en objetos que no esperas”.

CNN