[sws_blockquote align=”right” alignment=”alignright” cite=”” quotestyles=”style02″]El Homo Antecesor puede estar “muy próximo” al antepasado común entre el Homo Neandertal y el hombre moderno, “incluso podría ser ese ancestro”, aunque es algo que todavía tiene que debatir la comunidad científica, según Bermúdez de Castro. [/sws_blockquote]
Los restos un adolescente que vivió en la Sierra de Atapuerca, en el norte de España, hace casi un millón de años, confirman la hipótesis de que se trata de una nueva especie: el Homo Antecesor, según un estudio publicado en la revista Plos one.
Los fósiles, conocidos como El chico de la gran dolina, son únicos en su tipo, ya que no se ha hallado nada similar fuera de esa zona de España.
“Sin ninguna duda”, a juicio de Bermúdez de Castro, se trata de una especie distinta a todo lo encontrado hasta ahora, dijo en una rueda de prensa uno de los autores del estudio Morfogénesis facial de los primeros europeos y miembro del equipo científico de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro.
El análisis, realizado por científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de España y de la Universidad de Nueva York, concluye que la cara tiene rasgos modernos, ya que se aprecia una expansión craneal y dientes modernos aunque aún conviven con “rasgos primitivos”.
El Homo Antecesor puede estar “muy próximo” al antepasado común entre el Homo Neandertal y el hombre moderno, “incluso podría ser ese ancestro”, aunque es algo que todavía tiene que debatir la comunidad científica, según Bermúdez de Castro.
Se trataría de un tronco común que debió surgir en una zona situada entre el este de África y el suroeste de Asia entre el Homo Neandertal, que se expandió por Eurasia, y el hombre moderno, cuyo origen se sitúa en África.
El estudio se centró en la cara mediante un remodelado facial que permitió saber cuál habría sido el aspecto de este adolescente de haber llegado a la edad adulta. Los restos se encontraron en unas excavaciones en 1995.
El fósil del adolescente fue comparado con los de un Homo Ergaster, más primitivo, encontrado en un yacimiento de Marruecos y con la misma edad dental. Ambos presentan “diferencias evidentes”, ya que el segundo tiene una menor reabsorción facial, por lo que sus rasgos son “más primitivos”. Además posee una dentadura también menos evolucionada y una menor capacidad craneal.
Los restos de El chico de la gran dolina, no son los únicos que podrían permitir estudios sobre esta especie. Se han localizado hasta ahora 140 restos de 11 individuos. La mayoría son niños y jóvenes, y sólo hay dos adultos.
Bermúdez de Castro recuerda que los vestigios del Homo Antecesor se encontraron en una cata y se muestra convencido de que cuando lleguen a ese nivel (en algunas décadas) para excavar en toda su extensión se encontrarán miles de restos más, lo que será “una orgía científica”.
CNN México