Durante los trabajos arqueológicos realizados en el Convento de Santiago Apóstol, ubicado en el municipio de Ocuituco, Morelos, un grupo de especialistas descubrió 14 osamentas de los siglos XVI al XVIII, con una mezcla de elementos de la cultura indígena y europea.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que entre los restos descubiertos en Ocuituco destacan los de un infante, que se encontraba en una caja de madera y en el interior había fragmentos de tule o palma, pertenecientes a un artefacto depositado al momento de la inhumación.
Raúl Francisco González Quezada, arqueólogo del INAH-Morelos, explicó que además de los restos de tule o palma se encontraron dos figurillas de cerámica, que pueden ser silbatos zoomorfos, uno que aparenta ser un venado y otro un león, así como un rosario de metal y múltiples botones de concha.
“Este descubrimiento revela una convergencia de cosmovisiones, una previa a la visión española que se refleja en el petate con el que se envolvió el cuerpo, y la caja en la que se introdujo, que es una tradición europea”, abundó González Quezada, quien indicó que las osamentas fueron encontradas durante los trabajos de recimentación del inmueble.
En relación al estado de las 14 osamentas, el arqueólogo dijo que se encuentran en “buenas condiciones”, y aunque no se conoce con exactitud si se trata de hombres o mujeres, se sabe que van desde infantes hasta adultos de entre 50 y 60 años al momento de su fallecimiento.
“Todos tienen un tratamiento mortuorio según el canon católico: se encontraban acostados boca arriba con los brazos cruzados en el pecho o en el abdomen y con la cabeza apuntando hacia el poniente, lo que significa que todas las osamentas son de la época virreinal”, indicó.
Para González Quezada este rescate permitirá conocer el mundo cotidiano de los antiguos pobladores de Ocuituco, a partir de las investigaciones en antropología física a las que serán sometidos, para conocer su edad, sexo, patologías, así como las actividades que realizaban, su alimentación y su origen.
Esto será “en tres o cuatro meses, cuando se tengan limpios los restos óseos que permitan obtener esta información, y contrastarla con los documentos históricos del archivo parroquial de Ocuituco, que datan de finales del siglo XVII, en el que se encuentran registradas las causas de muerte de los habitantes. Cruzar la información arqueológica con la etnohistórica”, finalizó.
México, 12 Jun. (Notimex)