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En una de las primeras escenas de la exitosa cinta hollywoodense, Titanic, un submarino de apariencia extraterrestre se sumerge a las profundidades más oscuras del océano.

«Verlo surgir en el agua como si fuera un barco fantasma sigue cautivándome», murmura el cazador de tesoros, Brock Lockett, mientras mira asombrado el barco hundido desde su cápsula luminosa.

Más de 15 años después de que el director James Cameron hiciera su cinta ganadora del Oscar, le llegó el turno de explorar las profundidades del mar en una cápsula de alta tecnología.

Sin embargo, a diferencia de Lockett, el personaje ficticio de Titanic, Cameron no buscaba un diamante hundido, sino que quería recabar datos científicos que podrían revolucionar nuestro entendimiento sobre las creaturas de las profundidades y los terremotos.

El año pasado, el canadiense de 57 años que dirigió éxitos de taquilla como Avatar y la serie de películas Terminator se convirtió en la primera persona en llegar sola al punto más profundo del océano.

El notable viaje de Cameron, en el que se sumergió 11 kilómetros a bordo de un submarino de siete metros, fue parte de una misión de investigación de National Geographic, que lleva más de un año en curso.

[sws_red_box box_size=»700″]Predecir terremotos [/sws_red_box]

En una entrevista especial para CNN, el cineasta reveló que la expedición algún día podría ayudar a los científicos a predecir terremotos en las profundidades del mar… y los devastadores tsunamis que generan.

“La construcción de vehículos tecnológicos para sumergirse, como el DeepSea Challenger, es el primer paso para colocar instrumentos grandes que nos permitirían examinar la actividad sísmica”, explicó Cameron.

“Finalmente podría llevar a la creación de modelos predictivos que nos diría: ‘Miren, se está acumulando la presión en este sitio, tal vez eso podría significar que en la cuenca del Pacífico habrá un tsunami, prepárense’”.

[sws_red_box box_size=»700″] Llegar hasta el fondo [/sws_red_box]

Cameron reconoció que aún estamos lejos de predecir terremotos, pero que hasta ahora no teníamos la tecnología para explorar completamente las profundidades como las de la Fosa de las Marianas, el punto más profundo del océano.

El enorme abismo, ubicado cerca de las costas de Guam en el Océano Pacífico, tiene una profundidad que supera por 1.6 kilómetros a la elevación del monte Everest y es 120 veces más extenso que el Gran Cañón.

Cameron es apenas la tercera persona que llega a la Fosa de las Marianas —los oceanógrafos, Don Walsh y Jacques Piccard, descendieron en 1960— y es la única persona que lo ha hecho solo.

Pasó más de tres horas explorando el lecho marino: mucho más que los 20 minutos que Walsh y Piccard pasaron en su enorme submarino dirigible, hace 53 años.

“Hasta ahora había poco acceso a estas fosas profundas que si las consideras en conjunto tienen un área equivalente a la de Norteamérica”, dijo Cameron.

“Simplemente no teníamos los vehículos que funcionaran a esa profundidad a causa de la presión extrema, así que el DeepSea Challenger representa una nueva generación de vehículos que abrirán esa frontera”.

CNN México