Desde playas con olas de más de 20 metros, hasta aguas infestadas de tiburones, estas son las olas más peligrosas conquistadas por surfistas, según los premios Billabong XXL.
Uno de los lugares consentidos para practicar surf profesional es Cortes Bank, en Estados Unidos, donde en 2008 Mike Parsons logró montar la mayor ola de todos los tiempos, que midió 23.4 metros.
En México, además de Puerto Escondido, en Oaxaca, la isla de Todos Santos en Baja California también es sede de competencias y torneos de surf. En 2005, el surfista Brad Gerlach ganó un premio de 68,.000 dólares por domar una ola de casi 21 metros.
Pero no es solo la altura de las olas lo que representa un reto para estos deportistas.
En Teahupo’o, Tahití el oleaje tiene una fuerza y volumen tal que los surfistas llamaron a una ola de 7.6 metros la más “pesada” montada en toda la historia.
Si quieres añadir un toque de peligro y aventura también está Dungeons, Sudáfrica, donde la rompiente de las olas está infestada con tiburones.
CNN