“Métase debajo de una mesa y agárrese fuerte hasta que deje de temblar”.
Esa es la indicación más difundida para aquellos que han tenido la mala fortuna de sufrir un terremoto.
Pero incluso ese consejo a veces no es suficiente, sobre todo si no tienes nada sólido dónde refugiarte.
Esta preocupación motivó a Arthur Brutter y a Ido Bruno a construir una mesa a prueba de terremotos: un invento que apunta a ofrecer protección asequible a las personas que viven en zonas de riesgo sísmico.
“La mesa a prueba de terremotos empezó cuando era estudiante de diseño industrial en la Academia de Arte y Diseño Bezalel, Jerusalén”, dice el cocreador Arthur Bruter. “Al principio, buscaba una solución que asistiera en desastres naturales… Vi imágenes de una escuela aplastada durante el terremoto en Haití y me chocó mucho”, agregó.
El feroz terremoto que sacudió a Haiti en 2010 fue devastador para la pequeña isla del Caribe y sus alrededores. Cifras oficiales sugieren que unas 200 mil personas murieron durante la destrucción. Tras ver fotografías de las secuelas, Brutter decidió fabricar un producto que ayude a salvar las vidas de las personas atrapadas en edificios endebles durante terremotos.
Brutter, junto a su profesor Ido Bruno, concibió una mesa barata que pudiera ser lo suficientemente liviana para que dos niños la levanten y, al mismo tiempo, lo suficientemente fuerte para aguantar hasta una tonelada de presión desde arriba.
Brutter asegura que la geometría de esta mesa permite distribuir el peso equitativamente en toda su superficie, garantizando que la estructura conserve su forma incluso cuando es sometida a grandes pesos.
La mesa a prueba de terremotos “transforma y absorbe la energía”, dice Brutter. “Cuando algo cae sobre la mesa, esta absorbe la energía del objeto y los escombros son forzados a los lados”, agrega. En el caso de que una construcción colapse, las mesas están también diseñadas para formar pasillos a través de los escombros para asistir en las tareas de rescate.
Inicialmente sometida a pruebas por el ejército israelí, la mesa hoy espera la aprobación oficial del departamento de Ingeniería Estructural de la Universidad de Padua, Italia.
Brutter y Bruno estiman que 300 millones de niños viven en áreas con alto riesgo de terremoto donde los edificios escolares están poco preparados para estas eventualidades. El doctor Richard Luckett, sismólogo británico, dice que la estimación es razonable: “Hay muchas ciudades en regiones propensas a los terremotos y muchas de estas están en el mundo en desarrollo”, asegura.
Desde su aparición el año pasado, la mesa a prueba de terremotos ha sido nominada a diversos reconocimientos, incluido el premio al diseño del año del Museo del Diseño de Londres. También ha sido adquirida por el Museo de Arte Moderno de Nueva York para su colección permanente de arquitectura y diseño.
Bruno reconoce que los premios son una buena noticia, pero que todavía más importante es ver que el producto se masifique y sea utilizado para salvar vidas. “Siempre es bueno ser reconocido, pero no se trata de los premios sino de la exposición que lleva a que la mesa sea usada… Queremos que la mesa sea utilizada para salvar vidas”, concluye.
CNN