Tal vez todos allá afuera ya lo sepan y tú ni enterada. Desde hace algunos meses tus cuates, familiares y compañeros Godínez han notado en tu actitud ciertas pistas que claman a gritos que urge un novio en tu vida o terminarás por volverte loca y volverlos locos a ellos.
Así que hicimos este texto para ponerte las cosas claras y le eches ganas para resolver tu problemita, antes de que aparezca el desmoralizador ‘a ti lo que te hace falta es un novio’.
1. Te has vuelto sensiblemente insoportable. Tu humor últimamente no anda muy ‘acogedor’ con los que te rodean. Mientas madres por todo, te enojas, gritas, insultas, malvibras.
2. Desprecias todo lo que tiene que ver con el amor. Te burlas de los que andan enamorados, todo te parece cursi, pero en el fondo es la carencia de cariño la que te hace actuar así, acéptalo.
3. Siempre vas sola a las reuniones. Eres el non del grupo, la que va sola a todos lados o busca a una amiga como compañía, o de plano se niega a salir.
4. Hace siglos que no vas al cine. ¿Iron Man 3? La última vez que fuiste a ver una película apenas estaban anunciando a Robert Downey Jr. como el protagonista de la saga.
5. Tus labios mueren. Estás a un paso de olvidar cómo se siente besar.
6. Has comenzado a comer como loca. La soledad ha concentrado tus más bajos impulsos en la comida.
7. Encuentras tu mayor diversión en ir de compras. Las rebajas son tus citas, en ellas buscas un cambio de look y de paso las usas como distracción, pues no siempre la comida te funciona.
8. Cambias constantemente tu apariencia. Te has cambiado el color de cabello más de tres veces en el último medio año; ya intentaste las uñas postizas, el alaciado y te has vuelto fan de las cremas y mascarillas faciales a ver si te ves mejor.
9. Amores platónicos. Comienzas a sentir amor por el protagonista guapo de la película de moda.
10. Sientes envidia. Odias que tus amigas sí tengan galán y que te cuenten qué tan bien les va.
11. Le tiras la onda a todo el que se deje. Te has vuelto un depredador de nuevos talentos en la oficina o en la escuela y has comenzado a stalkear a todos los que te atraen.
12. Grito desesperado. Le hablas a cada uno de tus ex para saber si están disponibles.
Cuando todo esto falla, un día todo cambia y…
13. Te llega la depresión. Después de todo lo anterior, un recuerdo sobre tu último romance llega a tu mente, que por cierto no acabó nada bien, y comienzas a sentirte sola y sin perro que te ladre; entonces ahí sí piensas, ‘a mi lo que me hace falta es un novio’. (¡¡¡Auch!!!)
Por Verónica Chávez Aldaco @dulceveros