Diversas organizaciones sindicales de Brasil salieron hoy a las calles de las principales ciudades de una veintena de estados del país, en el marco de un paro nacional para exigir una pronta respuesta del gobierno a una serie de demandas.
La jornada de protesta fue convocada por Fuerza Sindical, la Central Única de Trabajadores (CUT), la Unión General de Trabajadores (UGT), la Coordinación Nacional de Luchas (Conlutas) y la Central General de Trabajadores Brasileños (CGTB).
Los sindicatos demandan reducir la jornada laboral hasta 40 horas semanales, modificar una ley que reduce las pensiones de jubilados prematuramente, y que se archive un proyecto de ley que permite a las empresas ampliar el número de trabajadores tercerizados.
Debido a la movilización, diversos estamentos públicos cerraron sus puertas, como bancos, oficinas estatales y el transporte público, generando problemas de desplazamiento para miles de brasileños en varias ciudades del país.
El portal electrónico brasileño Estadao informó que «las huelgas y manifestaciones que ocurren este jueves en las principales ciudades del país involucran sobre todo a los sectores metalúrgico, portuario, petrolero y bancario».
La huelga, convocada bajo el eslogan «Día Nacional de Lucha», también afecta desde el miércoles las operaciones del puerto de Santos, el más grande en América Latina, donde estibadores reclamaron mejoras laborales.
En Santos, los trabajadores portuarios bloquearon las vías de acceso al terminal marítimo, en rechazo a un decreto presidencial emitido en junio pasado para atraer inversiones con el fin de ampliar y modernizar los puertos brasileños, que estiman perjudicará a los trabajadores.
Medios brasileños señalaron que la jornada de protestas y paralizaciones se ha desarrollado con bloqueos en 11 carreteras de cinco estados de Brasil y sin transporte público en algunas urbes.
Mientras las protestas afectan ciudades como Brasilia, Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte y Porto Alegre, la presidenta Dilma Rousseff expresó la disposición de su gobierno a atender las demandas, con el espíritu de «dialogar y oír a las calles».
Santiago, 11 Jul (Notimex)